Ética para líderes
Hoy en día, al hablar de ética, encontramos tendencias que se dirigen a los líderes. Desde frases motivacionales hasta llegar a esquemas más complejos de creación de empresas. Mantenimiento de redes sociales y ensayos sobre gerencias.
Hablar de liderazgo, corresponde a una serie de factores que debe tener un líder. Para alcanzar el máximo sentido de lealtad de sus seguidores. Como lo es:
La ética, un valor humano de inmensa valía. Y que en muchas sociedades vemos como ha pasado a ser simplemente una palabra. Ya no tiene uso o costumbre a nivel social, sin capacidad gerencial y aún menos a nivel de líderes.
La ética, es un valor positivo en el ser humano. Que corresponde a dejarle vivir en medio del honor y el compromiso. Otros valores positivos que debe reflejar un líder. Bien lo reseña el escritor Fernando Savater, en su libro «Ética para Amador»:
«Hay ciencias que se estudian por el simple interés de saber cosas nuevas; otras, para aprender una destreza que permita hacer o utilizar algo; la mayoría, para obtener un puesto de trabajo y ganarse la vida… Lo que quiero decir es que ciertas cosas uno puede aprenderlas o no, a voluntad. Como nadie es capaz de saberlo todo, no hay más remedio que elegir y aceptar con humildad lo mucho que ignoramos. Se puede vivir sin saber de astrofísica, ni ebanistería, ni fútbol, incluso sin saber leer ni escribir: se vive peor si quieres, pero se vive. Se puede vivir de muchos modos pero hay modos que no dejan vivir».
Todo líder tiene motivos que serán diferentes, según, sus apreciaciones propias de prioridad.
Lo que no cambia en los verdaderos líderes, son los valores que le fueron inculcados en su hogar. Esos que éste líder tomó como prioritarios y los que formó en su vida. Para convertirse en la persona que es hoy en día y será en el futuro.
La ética, un ingrediente en la fórmula del liderazgo, es imperceptible para muchos. Porque justamente esos son los que se han sumergido en un mundo carente de la misma.
Es mucho más fácil vivir sin ella, que apegarse a ella.
La ética comprende un área de la filosofía. Destaca por el estudio y la consecución de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir.
Y esos factores antes mencionados, se han mimetizado con una forma de antivalores en los que se cree están la razón del buen vivir y la felicidad.
Donde se enseña que es mucho más fácil ser feliz cuando cambiamos de trabajo. Y no cuando persistimos en nuestros logros. Se nos muestra que es más asequible que otros hagan el trabajo. Y luego adjudicarse el mérito del mismo.
Es sencillo terminar una relación de pareja y no tener que hacer el engorroso trabajo de aprender a convivir.
Así, es como la ética va desapareciendo de nuestro entorno y nuestros líderes se van quedando sin ella. Rodeados eso sí, de manifestaciones exteriores que van diciendo lo feliz que un líder será.
Si, hace esto o aquello, que es mucho más fácil que mantener valores positivos.
Claro que se puede vivir de muchos modos, el detalle está, sí esos modos nos dejan existir en realidad.
Un líder, es un ser humano, rodeado de las mismas tentaciones sociales que otros, depende de éste hombre o mujer. La decisión de apegarse a lo fácil o vivir bajo sus propias normas y valores humanos positivos.
Donde destaque la ética, que finalmente serán sus propios actos conscientes y humanos.
Allí, donde pueda entender lo bueno, lo malo, moral, no moral, su control racional y sus conductas propias tomando en cuenta que vive en sociedad.
Es un ser humano, bajo responsabilidades, con sentimientos y que tiene capacidad para emitir su propio juicio. Por eso, todos tenemos libre albedrío.
Corresponde a cada uno de nosotros aplicar la ética a nuestra vida personal, profesional y dar ejemplos positivos. Reflexionar sobre por qué los consideramos válidos y ayudar a otros a ser capaces de entenderla.
«La humanización es un proceso recíproco. Entonces, darse la buena vida es también dar la buena vida.» Fernando Savater