Lenguaje no verbal y apariencia personal, ingredientes del éxito.
Lenguaje no verbal y apariencia personal, ingredientes del éxito. En artículos anteriores he concentrado gran parte del tema de la apariencia para líderes. Unos gestos y otras situaciones sobre la forma de vestir que causan distracción cuando queremos que nuestro mensaje sea captado.
La manera cómo influye la postura total del cuerpo y tu apariencia personal en la receptividad de tu mensaje por parte de tu oyente. Tiene una fuerza que muy pocas personas la conocen.
Cuánto más tímido e introvertido seas, más reflexivo debes ser de lo que está comunicando tu lenguaje corporal. Por ejemplo, ¿Qué comunicas cuando estás rígido y con mirada ausente a tu interlocutor?
¿Estás cruzado de brazos? ¿Estás apoyando tus manos en las caderas?
Ten presente que todas esas posturas están gritando cosas sobre ti. Por eso determinan la aceptación o rechazo del otro individuo. Sí, tus mensajes verbales y no verbales, entran en contradicción. Los componentes de lo no hablado superarán a todo lo que dices.
Las personas extrovertidas, no piensan realmente cuándo, cómo y dónde utilizar su lenguaje corporal, sino que lo hacen de forma natural. Esto es debido a las experiencias sociales. Que han vivido durante años y pueden sentir confianza con su actitud ajustada a su expresión.
De la misma manera que tenemos líderes que aprenden a dirigir, dirigiendo equipos desde el inicio de sus carreras. O, el comunicador que lo ha hecho por muchos años.
Todas las cualidades de la comunicación verbal y no verbal, necesitan práctica. así como también la apariencia personal.
Ciertamente, nunca recibiremos una segunda oportunidad para lograr una primera buena impresión. Los primeros dos segundos de presentación con un cliente o persona en otro ámbito de nuestras vidas. Es puramente visual, pues no has tenido la oportunidad de abrir la boca.
¿Sabías que en el 80% de los casos de tomar la decisión de contratar a una persona se toma incluso antes de que el aspirante haya dicho una palabra?
Uno de los parámetros, que normalmente se usan para evaluar la apariencia tiene que ver con la postura de la otra persona: cómo luce, cómo se para, cómo viste, cómo se peina.
Cómo están cuidadas sus manos, cómo de limpia es su car. Cómo de blancos son sus dientes, entre otros tantos aspectos, dependiendo claro del entrevistador.
Los movimientos de lenguaje corporal emiten un mensaje y depende de lo que haces, pueden ser percibidos de una u otra manera por un cliente o un entrevistador. Si te mueves nerviosamente de un lado a otro, distraes y creas ansiedad en quien te escucha.
Muchas personas, desafortunadamente, con la postura de su cuerpo. Ya sea rígida o muy relajada, transmiten mensajes equivocados y negativos. La manera de vestir es igual de importante. Antes de salir de tu casa, obsérvate un momento en el espejo. Y piensa que esa persona delante de ti es la misma que otros verán.
Piensa y pregúntate ¿Mi apariencia el día de hoy y mi manera de vestir me ayudarán a proyectar un mensaje positivo?
Hace un tiempo, tuve la dirección de un equipo. Entre ellos había un delegado internacional que sería reemplazado. Me dijeron que debía contratar a alguien más.
Cuando inicié las entrevistas, a la primera persona que entrevisté. Mi cerebro en veinte segundos ya le había negado la oportunidad de trabajar en mi equipo.
Saben ¿por qué? Porque está persona vestía de manera inadecuada, su aspecto era descuidado y obsoleto. Además de sentarse de forma muy expansiva, abierta y cómoda. Como si era él quien hacía la entrevista.
Sólo con eso bastó para poner un muro entre él y yo. ¿Es justo esto?
¿Qué crees tú? ¿Es imparcial este juicio inmediato?
Yo pienso que no. Pero ¿sabes qué?
Siendo objetivos o no, así es como trabaja nuestro cerebro y el de todo el mundo.
Por eso, cuida tu postura, tu lenguaje corporal dice más de lo que tú crees, vigila tu apariencia personal, manera de vestir.
Recuerda la práctica se hace hábito, los buenos te ayudan a crecer en tu desarrollo personal y profesional.